En presencia

La semana pasada publiqué la primera parte de este recorrido en un país que tanto me ha dado por pensar, reflexionar y abrir los ojos. Hoy os traigo la segunda y última parte del recorrido, espero que lo disfrutéis tanto como yo hice y hago cada vez que lo revivo! Buen viaje! 🙂

Día 7: SHIRAZ

«Llegamos a las 7 de la mañana a la estación de autobuses y en taxi nos dirigimos a la casa que nos acogerán durante dos noches gracias al «Couchsurfing«, una aplicación dónde personas que ofrecen casa a viajeros y personas que buscan cama y compartir momentos con personas locales se encuentran. Aún estando prohibida en éste país se utiliza mucho y es de gran utilidad si tienes descargada en el móvil una aplicación VPN, si no te va a ser imposible abrirla.

Tras conocer a la chica que nos acogerá, que por cierto es encantadora, nos vamos a descubrir la ciudad. Empezamos por la Pink Mosque que sus colores y sus vidrieras me transportan a otro lugar más elevado, espiritual y conectado con el más allá. Seguimos con una visita en la Madrassa Khan, dónde hablamos con un grupo de hombres muy divertido que no tienen ni idea de inglés y es todo muy cómico; continuamos con el Narangine palace que es un palacio rico, con una entrada cargada de espejos que impresiona al verla y dónde hay un pequeño pero interesante museo con piezas de arte persa, instrumentos musicales, libros, y dónde nos encontramos un músico que con su voz y un instrumento parecido al laúd consigue emocionarme y que se me erice la piel. 

Tras una rica comida nos dirigimos al Bazar Vakil y nos perdemos entre sus callejuelas y tiendas, seguimos con la visita a la Mezquita del viernes y al Hammam Vakil, dónde el ataque de risa al ver las figuras de personajes no se puede evitar y pasamos  un buen rato alejadas del calor mientras un montón de turistas locales nos observan y nos piden fotos. (Sí, a lo largo de éste viaje hemos podido imaginar lo que siente un famoso al pasear por la calle porque todo el mundo te observa y mucha gente te pide fotografías, y no, no me ha gustado demasiado la sensación!)

Seguimos con la visita al Mausoleo de los Imanes, otro lugar impresionante y allá queramos o no nos hacen una visita guiada por un voluntario que resulta ser un gran conocedor de la religión y nos resuelve todas las dudas históricas, religiosas y políticas que se nos han generado a lo largo del viaje. Él es un fiel muy convencido de su religión y lleva los preceptos religiosos en todos sus actos de la vida, hasta el punto que cuándo nos despedimos no nos puede ni dar la mano sin que la tapemos con el chador ya que su religión no le permite tocar a las mujeres. A nosotras nos parece todo un poco extremo, pero a través de conocerle y de la conversación que generamos con todo el grupo me doy cuenta que sus ideas que yo considero «radicales» no tienen nada de violentas (bueno, algo sí, porque la posición en que deja la mujer me parece una forma de violencia encubierta, pero estas reflexiones ya lo dejamos para otro día), él rechaza la violencia, las muertes en nombre de su dios, que un grupo armado o terrorista hable en nombre del islam, es decir, nos habla de un enemigo común y de una lucha contra el terrorismo en nombre de un falso dios ya que un precepto básico es el de no matar. 

Además de todo éste aprendizaje que éste chico me aporta, tenemos la suerte de ver otro espectáculo religioso. Los alumnos de la Madraza se echan a llorar por la muerte de un Imán, mientras suenan tambores y trompetas, y lloran de verdad, les caen las lágrimas y se oyen los gemidos de dolor que sólo la muerte puede causar. Lo que me sorprende es que ésa muerte sucedió hace 800 años, pero aún quedan lágrimas por derramar. Muy impresionante!

En definitiva, hoy hemos visto otra cara del Iran, más religiosa, con las ideas más fijas y convencidas pero para nada violenta ni para tenerle miedo!»

Día 8: PERSEPOLIS, NAQSH-E-RUSTANT Y PASAGRADA

«Nos dirigimos a la capital del imperio Persa Aqueménida y cuándo me voy acercando a la ciudad no puedo evitar sentir un cosquilleo de emoción que me hace vibrar por dentro, como con una especie de huracán o tornado interno. Ésta sensación de emoción la he tenido varias veces y me encanta, me hace sentir viva!

Ver las runas, soñar en tiempos pasados, sorprendernos con el trabajo y la dedicación, pensar en el amor o la obligación hacia una patria que llevan a las personas a  construir un paisaje urbano de tal magnitud, reflexionar sobre la autoridad (legítima o no) de un líder capaz de mover al pueblo para realizar sus deseos de plenitud… Me parece que el poder de las runas es algo magnífico, no sólo te transporta en el tiempo sino que te cuestiona y  pone ante ti verdades por descubrir. 

Supongo que al estar estudiando historia del arte, al haber cursado una asignatura basada en la historia del Próximo Oriente, al conocer de forma teórica su construcción, su significado, etc. aún emociona más. Pero puedo decir que de Persépolis me siento satisfecha, y que ha cumplido con mis expectativas. Cruzar la Puerta de las Naciones, imaginarme subiendo las escaleras de la Apanada llevando alguna ofrena para el Basileos o rey de reyes de la Antigua Persia, cruzar los varios palacios o perderme en la sala de las 100 columnas… Resumiendo, dejar volar la imaginación!

Después vamos a Nqsh-e-Rustant, los hipogeos y mausoleos pero no me impresionaban tanto como me creía. Finalmente, vamos a la tumba de Ciro en Pasagrada y esta construcción sí que la encuentro más espectacular, y hacemos la ruta por las runas de Pasagrada en bus porque el calor es absolutamente insoportable! 

¡Y así termina nuestro día entre runas!»

Día 9: YAZD

«Hoy nos vuelven a acoger en una casa para pasar dos noches allí gracias al Couchsurfins. Llegamos a las 7 de la mañana a casa de Mina, Amir y su hija de 2 años Avina. En seguida nos entendemos y hay un ambiente cálido y bonito. Por la mañana Amir nos acompaña a visitar el centro de la ciudad que nos parece precioso. Casitas y calles de adobe con un encanto especial que otra vez nos traslada hasta las Mil y una noches. Nos encanta pero el cansancio de una noche de autobús y un calor insoportable nos dejan sin fuerzas y en seguida estamos cansadas y muertas de hambre. 

Así que nos vamos a comer a un restaurante que era una antigua casa y la han reformado y sentados encima de una alfombra persa comemos demasiado bien, tanto que necesitamos una siesta en su casa para recuperarnos!

Por la tarde Mina, que se dedica a hacer de guía turística nos propone hacer varios tours que ella ofrece pero por un precio más reducido e incluyendo el transporte. Ése es el beneficio que hemos observado que sacan los couchsurfers, la mayoría son guías y te ofrecen sus tour por libre, a un precio más reducido y además a ellos les interesa porque así no tienen que pagar a la empresa, vamos, que todos salimos contentos! 

La excursión que realizamos por la tarde es al desierto para ver la puesta de sol. Allí subimos a una duna y vemos un lago así que en nuestra inocencia intenamos alcanzarlo, pero no lo encontramos (porque ni tan siquiera sabemos si existe o es una ilusión óptica, pero nosotras teníamos que intentarlo!). Nos dejamos cobijar por la puesta de sol, una bonita forma de terminar el día. 

Pero lo mejor aún está por venir. Cuando nos vamos Mina para el coche, pone la música a tope y bailamos como locas, como si no hubiera mañana, sin pañuelo y sintiéndonos libres en la inmensidad del desierto, cómo si no hubiera norma y bailar no estuviera prohíbido, gritando, saltando y viviendo! Momento de plenitud, de una sensación que no os puedo explicar pero que me acercó a la libertad…

(Éstas son las canciones que no dejamos de cantar!)»

Día 10: CHAK-CHAK, MEYOND Y TORRES DEL SILENCIO

«Nos levantamos temprano para ir hasta Chak-Chak, un pueblo en la cima de una montaña pelada y desértica. Nos cuentan la bonita historia del lugar, se dice que una princesa huyó con su pueblo de los enemigos y escalaron ésta montaña desértica pero cuándo llegaron arriba no tenían agua, así que la princesa bien atrevida subió hasta lo más alto para ir en su búsqueda y salvar al pueblo pero nunca volvió, pero la agua empezó a caer. Años más tarde un pastor soñó que la princesa le decía que debía construir un palacio si quería seguir teniendo agua, así que con esfuerzo lo construyó y nunca ha dejado de correr éste preciado bien. Des de su construcción se ha convertido en lugar de peregrinaje para los practicantes del zoroastrismo, es decir la religión original de Persia, previa al Islam. 

Durante la tarde visitamos Meyond, un pueblo con muchas construcciones de adobe de dimensiones espectaculares.  Finalmente, vamos a ver la puesta del sol a las Torres del Silencio, lugar dónde dejaban morir a los enemigos, y cuándo nos cuentan cómo lo hacían nos impacta mucho, ya que los dejaban enganchados a lo alto de las torres y dejaban que se murieran lentamente y se les comieran los cuervos… Una porción de brutalidad que nos regala la historia, como tantas otras!

Nos vamos a cenar sólo las chicas a un restaurante dónde sólo sirven dos platos, shooli con vinagre o shooli con yogur, una sopa vegetal buenísima! Se convierte en un momenteo de intimidad dónde aprovechamos para hablar de mil cosas como de religión, de la visión de los homosexuales en el país, de cómo se vive el sexo y la represión de él, de política, de historia… Una nueva versión del Iran se nos hace evidente, una ideas más parecidas a las nuestras, una sed de cambio y una lucha constante ante un mundo injusto y discriminador. Gracias por tu sinceridad Mina. «

Día 11: MANSHAD Y YAZD

«Nos levantamos con calma, desayunamos los 6 juntos y nos preparamos para pasar un día en el pueblo de ésta familia iraní.

Antes, paramos en Salt-Yazd para visitar un bonito castel, fortificación con tejados redondeados por los que puedes andar, con torres de vigilancia y lleno de casas con habitaciones de adobe. Después vamos a comprar comida y comemos en casa del padre de Mina a Manshad. Nos invitan a hacer el té junto a la familia y se convierte en un momento precioso. No nos entendemos simplemente estamos con ellos, presentes y atentas a captar una sonrisa o compartir una mirada. En sus ojos se leen muchas cosas: lucha, esperanza, cansancio, alegría, tristeza, desesperación… un conjunto de emociones contradictorias ante una paz que tiene la firma de la dictadura y de la opresión.

Después vamos a casa la familia de Amir y nos encontramos que están recogiendo fruta de los árboles. Queremos ser uno más y ayudamos tanto como podemos a coger la fruta que cae al suelo. Además, nos han cocinado Shooli porque saben que nos gustó, todo un detalle!

Terminamos el día en una terraza de Yazd con la intención de ver la puesta de sol, pero llegamos muy justas y vemos sólo el final del espectáculo. La visión nocturna de ésta ciudad es un regalo, un cielo que se oscurece mientras las mezquitas cantan iluminadas. Creo que es una imagen y una sensación de paz que voy a retener en mi memoria.»

Días 12-13: VUELTA A TEHRAN

«Cogemos un vuelo hasta Tehran y nos tomamos en día con total tranquilidad, de relax, de descansar y pensar, de colocar todo lo que hemos vivido y de parar un poco. Vamos a dar alguna vuelta por la ciudad pero poco más, la verdad es que no nos apetece demasiado volver a estar a Tehran después de todos los lugares y personas maravillosas que hemos conocido.

Al día siguiente empezamos visitando el Goldestan Palace la increíble mansión del Sha de Persia, vale la pena verlo y entender un poco más de la historia del país.

Subimos al Forum de las Artes Iraníes para comer en un bonito restaurante vegetariano. Por la tarde caminamos hasta la Torre Azadi, el mito y emblema de la ciudad. Mejor llegar allí en transporte público (metro) porque a lo largo de la caminada nos hemos tragado el insoportable aire contaminado y el humo de todos los coches que recorren una vía principal de la ciudad, algo insoportable!

Último día y mucho en lo que pensar. Ha sido un viaje de contrastes, país dónde las operaciones estéticas conviven con los chadors negros, dónde las dos caras de la moneda de la religión se hacen evidentes el extremismo y la moderación liberal. Viaje cargado de historia y pasado pero con visión de futuro. Días de calor inaguantable que se ha reducido gracias al calor humano y el amor y respeto que nos han demostrado a diario que contrasta con las faltas de muestras de amor o cariño entre ellos mismos. 

Romper esquemas, aprender, saber, preguntar y no conformarte con lo que te dicen. Confiar en la bondad de la humanidad, ver que son más las cosas que nos unen que no las que nos separan; aoñar y luchar de la mano por la libertad… Me llevo muchas cosas pero sobretodo aprender de la calidez de las personas, del querer hacia un pueblo o una patria que ahora sienten con relativa paz y la voluntad de mostrar al mundo sus virtudes por encima de los defectos. Gracias por éste magnífico regalo, IRAN.»

Y hasta aquí ésta maravillosa experiencia,

gracias por leerme,

Judit.