Viajar es aprender, es romper barreras y destruir las fronteras que nos imponemos. Es vivir, experimentar, exprimir cada minuto que pasa y absorber todo lo que te rodea. También es observar, y para hacerlo debemos abrir bien los ojos, porque muchas veces no sólo vale con ver, necesitamos MIRAR, poner la intención en ello!

Este año, junto a dos amigas, nos hemos aventurado a pisar una tierra desconocida, repleta de incógnitas y silenciada… tierra que es pasado e historia, llena de rincones por conocer, de nobles lugares y de incertidumbres. Tierra cargada de presente, un presente revoltoso y que suspira por el cambio, un cambio lento pero que se evidencia entre los jóvenes y mayores. Tierra llena de futuro por labrar, de posibilidades por explorar, de sueños por cumplir, de personas por acoger…
Pero también es una tierra ignorada, de la que no nos hablan demasiado, y cuando lo hacen suele ser en negativo o con una mirada llena de prejuicios hacia ella. Rodeada de países convulsos por las guerras, con un gobierno que con nuestra mirada occidental no podemos tan siquiera comprender, abarrotada de prejuicios por las ideas que nos generan los medios de comunicación de los países árabes y del mundo islámico… ¿Así que con todo ésto como no hacernos una falsa idea de lo que este magnífico país es? Y sí, hablo de IRAN.

Iran nos ha acogido con los brazos y los corazones bien abiertos y no nos ha dejado indiferentes. Nos ha sorprendido con la bondad de la gente, con la fe y el amor que desprenden sus ojos llenos de gratitud al vernos. Pero sus contrastes generan muchas dudas, inquietudes y preguntas, y es que no debemos olvidar que estamos hablando de una República Islámica que basa su ley en la Sharia, ley musulmana, y sus preceptos nos pueden parecer exagerados o injustos, como por ejemplo el código de vestimenta femenino, o el hecho de tener que llevar el hijab para visitar el país.
Pero si sólo vemos ésto nos estaremos quedando cerrados y no podremos conocer el verdadero Iran. La represión, los años de dictadura, el miedo, el pasado anhelado se leen entre líneas y en las arrugas de la piel de muchas personas. Hay una lucha constante, una semilla que no pudieron matar los guardianes de la revolución islámica y que, aunque no anhelen un Sha de Persia como tal (antiguo rey del Iran que fue derrocado a través de una revolución Islámica liderada por el Ayatolá Homeini), sí que está ésta brotando la semilla para tener unos derechos y una ley justas y que hagan a los hombres y las mujeres iguales y libres de pensamiento.
Si escuchas, si abres los ojos y te dejas sorprender entrarás en un nuevo mundo dónde el islam se re-configura, dónde todas las ideas que nos han puesto en la cabeza de ésta religión y de sus seguidores empiezan a tambalear hasta que la grieta ideológica es tan grande que todo se quiebra y cae, y te quedas desnuda, sin ideas establecidas que te hagan dudar de su bondad. Ellos mismos te hablan de un enemigo común, del terrorismo, ya que una persona que mata a otra no está siguiendo las leyes de esta religión por lo que no se puede considerar que forme parte de ella. Además, te das cuenta que la mirada cerrada que nos pensamos que tienen, las ideas machistas o de represión hacia la mujer son muy dudosas, y hay muchos hombres y mujeres que quieren cambiar las cosas, pero con un gobierno tan represor no resulta nada fácil. Obviamente, no todos sus habitantes son así, no todos los persas serán tan abiertos de mente, pero yo me he llevado una gran sorpresa y me siento muy gratificada por haber tenido la oportunidad de aprender y vivir esta experiencia!
La bondad de la gente, el compañerismo, la generosidad, la hospitalidad, son algunas de las palabras que había leído de las personas de éste país, y las reafirmo y os aseguro que en ningún otro lugar me habían acogido tan bien! Es increíble lo que genera, la satisfacción, el placer, las ganas de compartir!

Sólo me queda por decir que éste viaje me ha despertado muchas emociones, me ha abierto los ojos y lo pondría en una lista de lugares obligatorios a visitar, por su belleza pero sobretodo por su gente. Debemos saber que no todo lo que nos cuentan es real, que no todas las ideas que nos imponen son ciertas y que estamos muy condicionados por lo que a los medios de comunicación y los poderes económicos y políticos les interesa enseñarnos. En éste mundo hay mucho más amor del que nos hacen creer y si abrimos los ojos lo encontraremos delante nuestro, así que debemos desprendernos del miedo impuesto a lo que nos es desconocido y atrevernos a conocer porque muchas gratas sorpresas nos están esperando…
Así que si alguna vez habías pensado en visitar éste país la respuesta es: SÍ, HAZLO! ¿Y si aun te queda alguna duda… te animas a venir conmigo en éste viaje? La semana que viene te cuento la ruta, las anécdotas y los caminos que recorrimos!
Gracies por leerme, feliz día,
Judit.
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