Sobre el aburrimiento

Sobre el aburrimiento

Hoy quiero hablarte sobre el aburrimiento. Lo sé, suena aburrido, no podía ser de otra forma, pero quizás si me lees cambia la perspectiva.

Te cuento… este sábado fue un día bonito, aburrido, pero muy bonito. Y sé que a muchos les parecerá incoherente porque, socialmente, celebramos el estímulo, como más vives, mejor, y no el aburrimiento. Pero para mí, fue así, un día aburrido, dulce y bonito.

Verás, acompañé a mi pareja a una carrera, un trail de montaña de 50 km, como tantas otras veces, lo que implica muchas horas de espera. Y, la verdad, lo que podría parecer un auténtico tostón, a mí me encanta.
En los días de acompañar se me presenta la posibildad de NO HACER y, aunque lo sea, no me lo tomo como una espera sino como la posibilidad de estar conmigo misma (y ahora con la peque).

Estoy lejos de casa, lo que facilita que todas las distracciones que ahí hay desaparezcan, no me puedo distraer a fregar platos, ordenar ropa o hacer algo pendiente. Me encuentro (normalmente) en lugares en la naturaleza, conmigo misma y con poco más que hacer que pasar el rato, esperar y contemplar.

Así que este sábado aproveché para desayunar con calma en un bonito bar, dar un paseo mientras dormía a Ara, sentarme a meditar bajos los rayos del sol, leer un poco… y aburrirme bastante también porque casi 6 horas dan para todo ésto.

Ese espacio de aburrimiento fue magnífico porque de él aparecieron ideas, propuestas, vi claro cómo podía organizar mi primera semana de vuelta al trabajo, sentí CLARIDAD, mucha CLARIDAD.


Y esque el ABURRIMIENTO ES NECESARIO, pero nos han anestesiado de estímulos para que no nos regalemos estos espacios. Cuando te aburres la mente vuela, crea, imagina, sueña, proyecta, contempla, vive. La mente se vuelca al momento y te regala verdad. Quizás aparecen fantasmas, ideas repetitivas, palabras malsonantes, nerviosismo, ¡vamos… aparece lo que hay! Pero dejas de cubrirlo con estímulo y distracción y lo ves, y así lo puedes ateneder.

Sí, definitivamente, abogo por una vida más aburrida. Y así, probablemente, más creativa y presente.

Además, si eres madre sabrás, que maternar, a ratos, tiene mucho de aburrido. ¡Y qué suerte que así sea! Ojalá nos entreguemos a este aburrimiento y se lo permitamos a nuestros hijos. Lo que no podemos hacer es pedirles a ellos que se aburran si nosotros no nos lo permitimos.

En definitiva… que ojalá nos hiciéramos más amigas del aburrimiento y permitiéramos que nos visite más a menudo. Sin pantallas de por medio que nos distraigan. Sin huir de él. Sí, sonará raro pero de veras te deseo una vida… de un poco de ABURRIMIENTO.

Gracias por leerme,

con amor,

Judit.

PD: puedes venir conmimgo a practicar la presencia a través de mi escuelita online, la salita de yoga. Practicamos con la meditación y el yoga para aprender a estar presentes también en el aburrimiento.

2 respuestas a «Sobre el aburrimiento»

  1. Adoro pasar tiempo sin tener nada específico que hacer. Sí, aumenta mi creatividad. El aburrimiento es un gran derecho y una gran bendición humana. ¡Felicidades por tu bebé!

    1. Infinitas gracias preciosa 🤍 ¡Y bendito aburrimiento!!!

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

WordPress.com.

A %d blogueros les gusta esto: