Qué raro es volver sin antes haberte ido, que extraño es regresar sin previa partida…
Pero a su vez, que natural es retornar a un nuevo estado, siendo la misma pero distinta, porque a día que pasa, cambio que vives y situaciones nuevas que vienen para hacerte crecer. Vuelvo aquí sin haberme ido del todo, porque esto es como mi casa, como mi pequeño espacio de creación y paz y aunque no quiera, a menudo mi mente vuelve a este lugar, dónde encontrar calma, inspiración y motivación.
Ya os he dicho varias veces que para mí este blog es como una extensión de mi ser, como un hueco en mi yo en dónde voy liberando palabras y pensamientos para hacerlos fluir y darle sentido a esto que es el vivir.
Y hoy vuelvo, con ganas de quedarme por un tiempo. Vuelvo con motivación para seguir creciendo, sumando y multiplicando. Vuelvo con aires de novedad que renuevan lo antiguo, pero sin olvidarlo sino rescatándolo para convertirlo en guía. Vengo sorprendida con la vida y con los regalos que esta trae, aunque también existan los malos momentos. Así que llego con ganas de compartir lo bueno y lo malo, lo fácil y lo difícil, lo esperado y lo inesperado.

Abrazo septiembre porque con él llega la rutina y deseo crear una que esté llena de luz, cargada de amor, repleta de posibilidades para crecer y avanzar. Me gustaría intentar planear un día a día que me haga sentir bien, sonreír a diario y sentirme FELIZ, aún con las obligaciones que nadie me quita y las actividades que menos me gustan pero que también son necesarias.
Así, me propongo varias cosas para aplicar a mi rutina, pequeños cambios que dejo por escrito para intentarlos aplicar ya que creo que pueden aportarme bienestar tanto emocional como físico, es decir, una mejora holística en mi ser. Además, me parece que si los escribo y publico por aquí me voy a obligar a realizarlos, me será más fácil aplicarlos y me veré más animada para hacerlos, sé que es raro, pero yo me motivo con cosas así.

Y como soy muy fan de las listas, pero estoy aprendiendo a hacerlas más cortas y más concisas para que sean factibles me reto a hacer los siguientes propósitos:
- Cambiar mi rutina mañanera, tras levantarme realizar 10 minutos de meditación y unos saludos al sol para activar el cuerpo y empezar el día conectando conmigo misma y con mi pequeño mundo.
- Andar, andar y seguir andando. Alargar los paseos con mi perro, ir más lejos más a menudo, regalarle horas de aire libre que al final es su mayor pasión y a mí también me hace mucho bien porque es una forma de desconectar, de airearme y de estar en contacto con la naturaleza.
- Leer, ¡a diario! Porque entre las muchas horas al día delante de un ordenador y entre las responsabilidades, las auto-obligaciones y el cansancio este último año no ha sido nada lector y la verdad es que lo echo de menos.
Estos son mis tres objetivos rutinarios, nada complicado, pequeños cambios que son viables y que no implican ni un gasto económico ni un exceso de esfuerzo.
A deciros verdad, una de las cosas que más me gusta de septiembre es que nos da la oportunidad de repensar nuestra vida, de poder visualizar lo que está bien y lo que no, con la perspectiva del verano podemos hacer balance e intentar delimitar nuestras carencias y nuestros abusos y así trabajar para equilibrarlos.
Te propongo que pienses en tu vida, en tu rutina diaria, e intentes visualizar tres pequeños cambios o actividades nuevas que puedas aplicar para sentirte mejor, y si te apetece te invito a que las compartas por aquí, para nutrirnos, coger ideas e inspirar a las demás personas con tu visión. ¿Te animas?
Como siempre, gracias por leerme y por estar,
Nos volvemos a leer en una semana, porque vuelven los martes de post!
Feliz, pero feliz de verdad, vuelta.
Judit.
PD: si te ha gustado este post quizás te interese leer artículos como “querida rutina”, “nuevo año, nuevos propósitos”, “más autosuficiente más libre” o “y me llamas amor”.
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