
La primera escapada del año ha sido a un lugar cercano pero lleno de encanto y rincones con historia y riqueza cultural, así es l’Empordà. Hace unos días os pedía recomendaciones de lugares de Catalunya para visitar, ya que al vivir en este maravilloso lugar es fácil hacer escapadas de fin de semana por sus alrededores, sus pueblos, ciudades y su naturaleza viva. El resultado de vuestras aportaciones fue esta bonita e interesante lista que os adjunto a continuación y espero que os inspire:

Pero volvamos a la escapada. Muchas personas conocen l’Empordà porque los pueblos que se encuentran en la línea de mar forman parte de la conocida y apreciada Costa Brava, un lugar maravilloso a recorrer de punta a punta y que nada tiene que envidiar a los míticos destinos marítimos como Menorca o Ibiza. Personalmente debo deciros que me gusta más el mar en invierno que en verano, porque es un lugar que me transmite calma, paz, tranquilidad, pero a la vez fuerza, descontrol y poder; y en invierno puedes disfrutarlo en soledad y sin la muchedumbre de gente.

Por querer ver, oler y sentir el mar empezamos el fin de semana con una excursión por el GR-92, el conocido Camí de Ronda, que por cierto os recomiendo hacer por tramos a lo largo de la primavera. Esta vez fuimos de la playa de Llafranc a Tamariu y volvimos, unas 3 horas en las que disfrutamos del mar, de la quietud y de la soledad.
Tras este recorrido fuimos a comer a un restaurante japonés (NomoFar) al que le teníamos ganas, básicamente por su ubicación ya que se encuentra en el Faro de Sant Sebastian, en Llafranc. La verdad es que comimos muy bien y disfrutamos de las vistas y de un lugar maravilloso.

Por la tarde recorrimos dos pueblos medievales de ésta zona: Peratallada y Palau-Sator. Callejeamos, andamos, observamos y sentimos que viajábamos por el tiempo. Recubiertos por el encanto de la piedra, por el misterio de los callejones y lo que se esconde tras las ventanas se convierte en un paseo para soñar y fantasear con los ojos abiertos. Además, debo decir que Peratallada me parece uno de los pueblos con más encanto de Catalunya, es acojedor, cuidado y auténtico, sobretodo en ésta época en la que el turismo no abunda!

Como os he dicho al principio, esta zona esconde grandes dosis de cultura, historia y conocimiento, y así es como al día siguiente visitamos el poblado Íber de Ullastret, un lugar dónde conocimos nuestro pasado, raíces y patrimonio. Un ejercicio de memoria histórica y de reconocimiento a las culturas y saberes que nos han convertido en las sociedades que somos actualmente. Me pareció un lugar muy interesante, cuidado y trabajado para visitar. Nosotros hicimos la visita teatralizada y nos ayudó a entender de dónde venimos y qué es lo que han encontrado en este poblado, además que entre explicación y explicación el tiempo voló!
Finalmente, recorrimos las calles y tiendas de cerámica de La Bisbal d’Empordà, el último destino que visitamos antes de la vuelta a casa!
En definitiva, esta comarca de Catalunya merece ser visitada una y mil veces, para conocer cada rincón que la forma, des de su costa hasta su interior, e ir descubriendo todo lo que esconde, des de la historia, al presente, a su riqueza natural y arquitectónica, su gastronomía y tradiciones… es un buen sitio para escapar y desconectar!
Feliz día,
Judit.
Deja un comentario