Tras echar la vista atrás toca mirar hacia delante, porque el ahora es lo único que se tiene y en él construimos los pasos que nos llevaran al mañana. En esta época del año es cuando junto mis energías para decidir qué propósitos me hago para los siguientes 365 días que se presentan (si hace tiempo que estás por aquí ya sabrás que soy muy de hacerme listas)!
Os quiero contar también cómo lo hago para decidir mis propósitos y centrar mis energías. Utilizo un método que me enseñaron en un taller de coaching y me parece muy útil. Consiste en lo siguiente:
Dibujo un círculo y en el centro escribo o trazo alguna forma o dibujo que me represente (el yo). A mi alrededor empiezo a hacer círculos cada vez más alejados. En esos círculos pongo los ámbitos de mi vida según lo importantes que me parecen en el momento (familia, trabajo, salud, amistades, dinero, hogar, rutinas, cuerpo, mente…todo lo que se te ocurra es bienvenido). El más cercano será el más importante y el más alejado el menos destacado. Posteriormente intento pintar en varios colores según lo satisfecha que estoy con ellos: verde quiere decir que me siento bien como están, blanco indiferente y amarillo que algo no me convence. En los amarillos trato de definir qué es lo que no me llena de ese aspecto y así entender qué puedo hacer diferente para mejorar o qué debo cambiar.
Ésta es una manera fácil de definir tus prioridades y propósitos de forma muy visual y si la guardas puedes repetir el ejercicio cada X tiempo y podrás ver tus avances y cómo cambian las prioridades de la vida! No debemos olvidar que los propósitos dan respuesta a unas necesidades de un momento concreto, así que con el paso de los días puede que cambien y que al final del año no tengan ningún sentido, así que revísalos siempre que lo necesites!
Tras este ejercicio te dejo mis propósitos de año nuevo, porque me da la sensación que si los comparto por aquí me voy a forzar más a realizarlos (tonterías mías!):
- Ser feliz de lunes a domingo.
Demasiado a menudo vivo con la cabeza en el fin de semana, tramando planes que siento que me llenan más que mi cotidianidad. Creo que eso no puede ser, que la vida no son los grandes hechos sino las pequeñas cosas, así que quiero re-encantarme con mi día a día, cambiar mi mirada a lo que ya me es habitual y volver a disfrutar de las cosas que para muchxs no tienen sentido. Este camino puede que signifique grandes cambios en mi estar o quizás sólo pequeños detalles, pero para conseguirlo tengo claro que necesito trazar un plan. 🙂
Y ésta frase será mi mantra: “si quieres cambio verdadero, pues camina distinto“. - Regalarme más tiempo y espacios de amor.
Es decir, rodearme más a menudo de las personas que quiero, dejar las obligaciones de lado y no sentir presión por no cumplir con los planes que me auto impongo. Vivir con todas sus letras pero sobretodo vivir con. Dejarme acompañar, regalarme a mis amistades, a mi familia, a mi pareja, pasar más tiempo de calidad con todas estas personas que me llenan y encontrar mil y una excusas para celebrar que seguimos estando aquí!
Y también prestarme más tiempo conmigo misma, pero tiempo de calidad, de hacer lo que me apetezca, de mimarme, de relajarme, de esforzarme y de sentirme llena. - Una vida de residuo cero!
Un camino que ya he empezado y no quiero dejar. El medio ambiente y la naturaleza son para mi una prioridad con la que el tiempo nos juega en contra, así que tengo prisa para vivir sin contaminar (o contaminando al mínimo) y para que mi huella en el planeta sea lo más limpia posible. Aunque me cueste creo que debo poner mi energía en ello, como forma de agradecer a la vida el estar aquí y para vivir en coherencia con mi forma de pensar. - La curiosidad por lema y la creatividad por bandera.
Hace tiempo que tengo claro que NUNCA, NUNCA, NUNCA quiero dejar de aprender, porque la vida es un aprendizaje constante y si abres bien los ojos son muchos los conocimientos que atraes. Quiero seguir aprendiendo el arte de vivir y hacer caso a mi abuela con eso de “nunca dejes de preguntar(te)”. Así que es en este camino de curiosidad en el que quiero moverme y deseo hacerlo probando, jugando, creando, leyendo, viajando, experimentando, sintiendo. Tratando siempre de reavivar el fuego de la creatividad apagada, darle otra oportunidad a mi yo artístico y probar sin esperar nada de los resultados sólo gozando del proceso! - Agradecer a diario.
Sé que la fortuna es estar aquí, haber nacido dónde lo he hecho y en el nido que me tocó. Brindo gracias a la suerte por ésto y creo que la vida merece ser agradecida a diario, porque el solo hecho de abrir los ojos ya es un presente. Así que me propongo dar gracias por algo a diario, devolver lo que me es dado de forma alguna, aunque sea en pensamiento! 🙂
Ya ves que me quedan 365 (bueno 363) días para reaprender, crecer y seguir escribiendo esta historia, y como verás los propósitos que me marco no son ni sencillos ni automáticos, pero me gustan los retos!
Y tú, ¿ya has pensado en tus propósitos para este 2018?
Gracias por leerme y feliz día,
Judit.
PD: aquí, Aïda te cuenta su método para tomar decisiones, el átomo, y creo que también te podría servir para mirar tus prioridades.
Deja un comentario