En presencia

–¿Qué es la libertad? -Me preguntaste con tu mirada que escondía el cansancio que se acumula un jueves por la noche. No me atreví a decirte que para mi la libertad era eso no nos estaba pasando, que  era lo que nos habíamos dejado perder. En esas décimas de segundo en que vi como bajabas tus ojos surgió una avalancha de pensamientos en mi mente…

Libres somos cuando nos olvidamos de las obligaciones y de las normas, cuando el sonido de los pájaros acaricia nuestros oídos o la brisa marítima halaga nuestro olfato. Cuando no hay reloj que valga y el tiempo se convierte en un aliado de sonrisas, intercambio de miradas y anhelos de aire. Es cuando sonreímos juntos, cuando el paréntesis de vida nos llena de sangre las venas y nos hace sentir el cosquilleo de la energía que se regenera, cuál mariposas en el estómago.

Libres somos cuando dejamos de culparnos y hacemos las paces con nosotros mismos; cuando no anhelamos lo que no nos define sino que admiramos lo que hemos logrado con las manos y el esfuerzo.  Es cuando nos miramos al espejo y podemos entrar en nuestra propia mirada, sin miedo de ver lo que normalmente obviamos y dar paso a las voces interiores que nos atormentan y que procuramos callar, pero que siempre gritan. Libertad es cuando nos sabemos imperfectos pero amamos cada error que nos surca la piel.

Sólo lo somos cuando nos atrevemos a romper las cadenas que nos oprimen, cuando le plantamos cara al miedo y nos lo miramos de cerca invitándolo a vivir a nuestro lado, sabiendo que la aceleración del latir del corazón tras la tempestad se calma. Es cuando nos damos cuenta que nosotros mismos somos nuestro más gran enemigo, y nos decidimos a sacar los palos que nos hemos puesto en las ruedas que nos hacen circular por la vida; nos sacamos los puñales que nos hemos auto empuñado en la espalda, nos curamos con amor propio las heridas y nos dejamos mimar las cicatrices.

Que somos libres cuando dejamos fluir las emociones, cuando la adrenalina se dispara y sentimos el inmenso placer que acompaña las primeras veces. Cuando el gusto de lo que es inesperado nos atrapa y nos deja cierta acidez en la boca que nos pide que  gritemos, que nos mostremos y que  compartamos todo eso que creíamos que sólo era nuestro con los vientos!

Que libres somos cuando no estamos en esta ingravidez loca a la que muchos llaman vida y que consiste en tener una cuenta corriente llena de dinero pero unos días faltados de tiempo….

Y de golpe has subido los ojos y me he visto en tus pupilas, han callado los pensamientos y  me he atrevido a decirte que:

LA LIBERTAD ES PERDERME EN TU MIRADA.

Judit.