Me parece curioso y a la vez gracioso pensar que mis padres se fueron a la ciudad en busca de libertad, y que varios años después, su hija, vuelve al pueblo buscando exactamente lo mismo.
Supongo que el concepto de libertad ha cambiado, ellos buscaban ser alguien que pasa desapercibido, que tiene todas las posibilidades delante y toma la que quiere sin ser juzgado. Querían ser personas “libres” pero obviaron el hecho de vivir en una sociedad de consumo que al final nos termina esclavizando para que caigamos en sus delirios de grandeza.
Pues bien, parte de mi huida a un pueblo fue por la necesidad que sentía de dejar de depender únicamente del dinero para vivir, dejar de sentirme como parte de un mecanismo que no es capaz de valerse por sí mismo si no es en términos económicos. Tenía ganas de dejar, un poco, de lado al sistema para aprender qué me puede dar la naturaleza y como debo tratarla, porque en esos temas era una completa ignorante. Como os conté en otro post tengo muchos propósitos y deseos para intentar ser más autosuficiente pero hoy empiezo a contaros uno de ellos que ya está en marcha, MI HUERTO!
Resumiendo… creo que tener un huerto aumenta la felicidad por tres motivos:
- ESTÁS EN CONTACTO CON LA NATURALEZA, siendo consciente de sus cambios, de sus mecanismos y de sus tiempos de espera. Creas una pequeña relación íntima de confianza con eso que has plantado confiando en la naturaleza y su riqueza para que crezca.
- TIENES UNA RESPONSABILIDAD, y aunque a muchos nos parece que tener responsabilidades es un auténtico estrés, a la vez nos hace sentir útiles y esta sensación nos crea un sentimiento de bienestar. El hecho de cuidar de tus plantas, de regarlas, de dedicar un tiempo de tu vida a hacer algo que te va a dar un beneficio es muy gratificante.
- TIENES UNA RECOMPENSA, que sabe a gloria! Ves crecer las plantas, sudas tus problemas en su proceso, desconectas para centrarte en su cuidado y finalmente puedes recoger lo que has sembrado y, os aseguro, que tiene el mejor gusto que hayas probado!
Os animo a que empecéis vuestro huerto y si como yo no tenéis ni idea de como empezar no os preocupéis que os doy algunas pistas:
- Debes localizar una zona de tierra donde toque el sol, puede ser grande o pequeña según la cantidad de cosas que quieras plantar, pero como más grande más tiempo le vas a tener que dedicar.
- Debes remover la tierra para darle aire y sacar las plantas, hierbas, etc., que ya había dejando la tierra fresca durante un día o dos para que se airee. Puedes añadir tierra comprada para enriquecerla o poner algún tipo de abono (mejor natural), y regarla.
- Siembras lo que quieras poner según la época del año y según el lugar donde vivas. Te aconsejo que para empezar compres el plantel hecho, es decir, las verduras y hortalizas ya brotadas y con un poco de raíz así es más fácil que salgan con éxito que utilizando sólo semillas. También te aconsejo que hables con alguna tienda que vendan plantel o con algún anciano del pueblo para saber qué es lo mejor para plantar según la temporada en cada zona. Acuérdate de plantar también plantas aromáticas para que las plagas no vengan.
- Riegas semanalmente o según las lluvias de tu zona y dedicas un tiempo semanal a quitar las malas hierbas y limpiar el huerto.
- Esperas a verlas crecer con paciencia y con recetas ya pensadas para sacarles el mejor partido!
Sencillo, verdad?! Si tienes alguna duda ya sabes que puedes preguntármelo!
Y para que os hagáis una idea de lo que yo tengo, este año hemos plantado acelgas, espinacas, diferentes tipos de lechuga, calabacín, calabaza, pepinillo, habas, tomates, cebollas, ajos, puerros, remolachas, zanahorias, fresas, rúcula, coles y brócoli! Ah, y mis queridas plantas medicinales y aromáticas! Ya os enseñaré que va saliendo! OS ANIMÁIS?! 🙂
Feliz, pero feliz de verdad, martes!
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