Quizás no lo puedas todo, y está bien. Aunque aceptarlo no sea fácil, y más cuando está tan integrada la idea de que todo es posible como lo está a día de hoy.
Escucho, leo, veo mensajes diarios diciéndonos que podemos con todo, que todo eso que nos propongamos está a nuestro alcance si realmente lo deseamos, que todo depende de nuestro poder de manifestación y el compromiso que tenemos con nuestro deseo. Y no me lo creo, lo siento.
¿Sabes qué dañino puede llegar a ser ésto? ¿Somos conscientes de la carga emocional que puede esconder el “lo puedo todo” ? ¿Cuánta frustración puede acarrear esta idea?
Así que hoy vengo a reivindicar algo tan simple (y lógico) como ésto: QUIZÁS NO LO PUEDAS TODO, Y ESTÁ BIEN.

Y si no lo puedes todo, piensa que tu vida no es un fracaso. No eres menos. No te falta NADA. No eres perezosa. No se te está escapando nada. No te estás perdiendo nada. No te hará mejor persona poder llegar a todo. De hecho es magnífico no poder, sí, está bien no poder.
Liberarnos de esta carga autoimpuesta puede ser el regalo más grande que nos hacemos. Permítete no poder, y cuando aceptas que quizás no puedes, aprende a pedir ayuda, date el gusto de caer y dejarte sostener, abraza tu propio límite y aprende a ABRAZARTE con todo lo que eres, también tus límites y tus dificultades.
No todos partimos de un mismo lugar, en ninguno de los sentidos. Ni tenemos los mismos cuerpos, ni las mismas historias, ni los mismos pensamientos, ni las MISMAS OPORTUNIDADES, que no se nos olvide ésto.
Pero, ¡ojo!, que con esto tampoco quiero decir que te conformes y no trates de sacar tu mejor yo, pero siendo realistas, enfocando, cuidando nuestro bienestar físico y emocional, nuestra carga mental y el peso de nuestras exigencias.
¿Qué crees tú? ¿Se puede o no todo?
Gracias por leerme,
Judit.
PD: cada semana comparto una reflexión o propuesta de actividad en mi escuelita online: La saleta de Yoga, además de dos sesiones de yoga y una meditación. ¿Te quieres venir? ¡Inscripciones abiertas!
Deja un comentario