Vivir en transición

(O algunas propuestas para un cambio real, individual y global.)

El pasado viernes estuve en unas jornadas interesantísimas sobre comunidades resilientes y territorios en transición. Ante la necesidad inminente de cambio en nuestra manera de vivir y funcionar, creamos un espacio para pensar y reflexionar en cuál es la raíz del problema, qué soluciones aplicables existen, qué puntos concretos de acción podrían desencadenar todo un conjunto de cambios que tuvieran mayor impacto y cómo podemos actuar como seres individuales para este cambio.

Tras ese encuentro en el que compartimos espacio e interés con más de 120 profesionales de diferentes ámbitos del territorio, todos llegamos a la misma conclusión: la raíz del problema es el paradigma socio-económico en el que nos encontramos, el capitalismo absoluto y el neoliberalismo sin límite.
Todas las personas allí presentes coincidiamos en la necesidad de un cambio que no puede esperar, dejar este abuso de consumo, éste dar valor únicamente al dinero y empezar a dar valor a otras tantas cosas quizás más inmateriales e intangibles.


Si te digo la verdad, fue esperanzador, completamente. Ver a personas tan diversas, tan dispares, técnicas en temas completamente diferentes y todas teniendo claro el mismo objetivo, empezar a poner la naturaleza en el centro y cambiar nuestra relación con el dinero.

Ese día, entendí que hace tiempo que tengo en mente esta idea y que este proyecto que es Lost In The Village y que ha ido evolucionando hasta ser el espacio que hoy es, nació por querer contar temas que me parecían interesantes, temas que consistían en una transición de una vida en la ciudad, completamente rodeada de ímputs y comportamientos arraigados al capitalismo, a una vida en un pueblo tratando de ser cada vez un poco más independiente y libre.
Esto lo escribía en algunos artículos como “Propuestas para una vida más ecosostenible o en “Más autosuficiente más libre”. Y en este post me repito, pero a veces necesitamos crear este pequeño mantra para recordarnos lo importante.

Ese día también me sirvió para darme cuenta que ese cambio que todas las personas que estábamos allí predicábamos ya está sucediendo, ya está presente pero no en una mayoría de la población, sino en una pequeña porción, y por eso sigo pensando que necesitamos continuar creando consciencia, seguir promoviendo estas ideas y coger ejemplos que sean realmente útiles y respetuosos con el medio ambiente y promoverlos.

Es por eso que voy a empezar los LUNES DE TRANCISIÓN en los que compartir ideas, trucos, dinámicas de transición entre una economía de usar y tirar  a una economía circular y respetuosa. Ojalá cada día seamos más los que nos unimos a estas ideas y este modo de hacer.

Me doy cuenta que las dinámicas personales son tan importantes como las colectivas, porque de hecho sin cambio individual no hay cambio colectivo. Es por eso que quiero poner hilo a la aguja y, por fin, realizar algunas de las ideas que hace demasiado tiempo que tengo en mente pero que no he encontrado el momento de hacer. Serán un pequeño reto para este 2019, a ver si logro realizarlas:


1- Minimalismo en los gastos personales: reducir gastos equivale a necesitar menos, y consecuentemente a consumir menos y, por lo tanto, a dejar una huella más limpia.

2- Invertir en energía renovable: si me sigues por otras redes sabrás que estamos en proceso de cambiar de casa y eso equivale a un gasto muy grande. Así que para este 2019 nos proponemos mirar presupuestos de placas solares y empezar a ahorrar para colocarlas.

3- Aplicar más gestos Zero Waste: aunque intento tenerlo presente es verdad que a veces caigo en ciertas comodidades que sé que puedo evitar.


4- Armario cápsula: hace tiempo que es algo que quiero poner en práctica. Nunca he sido demasiado compradora, he tenido la suerte de recibir mucha ropa y no tener que ir a comprar, y es genial porque no me gusta nada. Aún así, me gusta la idea del armario cápsula, para minimizar, entender que no necesito tanto e innovar con lo que ya tengo.

5- Buscar un terreno para volver a tener huerto y hacer en él compostaje: en la nueva casa por el momento no vamos a hacer huerto, pero no queremos perder este tesoro que es poder producirnos nuestro alimento. Así que tocará buscar un terreno de alquiler y en él añadir un espacio para el compostaje.

6- Aumentar el uso de la bicicleta: así de simple y necesario, pero aquí cogemos el coche para TODO. Y eso quiero cambiarlo.

7- Evitar el avión: he estado investigando sobre el impacto medioambiental que tiene viajar en avión y es muy agresivo para nuestra casa, el planeta tierra. Así que, aunque me encante viajar creo que nos toca ser responsables y entender que nuestros actos tienen un impacto y si queremos cambio real vamos a tener que dejar ciertas comodidades. Eso no quiere decir dejar de viajar, sólo pensar en cómo realizar viajes más sostenibles.

8- Darme de alta en el banco del tiempo: si queremos un cambio real pasa por un cambio de paradigma y el intercambio de tiempo y no de dinero me parece una forma alternativa de empezar. Quiero ponerme en el banco del tiempo de mi zona y no sólo darme de alta sino empezar a utilizarlo. Cambiar la mirada ante los servicios que ofrezco y recibo.

Y hasta aquí el artículo de hoy,
¿te unes al cambio?
Gracias por estar,

Judit.

PD: te recuerdo que puedes leer artículos relacionados en el apartado “libertad” del menú.

PD2: y si quieres estar al día de todo lo que sucede en este pequeño mundo no dudes en inscribirte a mi Newsletter, que aviso que viene con alguna noticia nueva 🙂

9 respuestas a «Vivir en transición»

  1. Buenos días, Judit. Tus entradas siempre me resuenan mucho, eres de estas personas que, por el tipo de elecciones que van haciendo en su vida, acaban pensando, sintiendo y haciendo cosas muy parecidas a las tuyas. Tu texto me ha recordado un escrito que tengo en marcha al que he titulado (ahí es nada) “Cambiar el mundo”. Va en línea de lo que tú expones en tu entrada. Mi idea, después de hacer itinerarios parecidos a los tuyos y encontrarme tantas, tantas, tantas opciones trabajando por un mundo diferente del sistema capitalista, que corre como un caballo desbocado en contra del verdadero sentido y las verdaderas necesidades del ser humano, mi idea es (y copio literalmente el trozo en cuestión de mi texto):
    “Desde hace casi diez años he emprendido un camino paralelo al socialmente admitido. He asistido, tanto desde posiciones muy extremas como desde las admitidas por el sistema a cursos, formaciones, eventos y puestas en común que planteaban una forma diferente de hacer las cosas. Esto se ha ido incrementando en los últimos años. Parece que la sociedad se siente cada vez más presionada a realizar un cambio y las iniciativas para llevarlo a cabo cada vez son más numerosas. Un día pensé en qué sucedería si todos estos anhelos que se expresan en grupos, escuelas, entidades, asociaciones, líneas de pensamiento y de actuación, se unieran para formar, puntualmente por lo menos UN SOLO GRUPO, UNA SOLA VOZ, para conseguir la fuerza necesaria para poner en marcha tres cuestiones consensuadas para de esta forma hacer inevitable el cambio. Tres temas mundialmente aceptados para que la fuerza de la mayoría haga inevitable su realidad”
    Este texto es una utopía, lo sé. Pero mi parte tozudamente idealista no soltará la intención, ni el pensamiento ni la acción. Comparto todo esto contigo, en forma de respuesta a tu pregunta del final. Pues sí, yo ya estoy unida al cambio, como tantos otros ¡Gracias Judit, a ti y a todos cuantos nos leemos y nos sentimos maravillosamente implicados!

    1. Uauu! Me ha encantado este pedacito de texto que nos has regalado. Me imagino la posibilidad de unir fuerzas y trabajar todas juntas para tres objetivos concretos y marcados y ¡me parece fabuloso! ¡Bravo! Ojalá esa utopía deje de serlo para poder llamarla realidad.
      Te mando un abrazo amiga 🙂

      1. El primer peldaño para cambiar, transformar o avanzar se llama utopía, sobre todo cuando los obstáculos a salvar son del calibre del ego y el poder (económico, político, etc.). Pero nosotros/as también tenemos acceso al poder, aunque es ligeramente distinto del que detentan ellos. Hay otra cara del poder que está en todos los seres humanos y es igual de importante. Hacer conciencia nos ayuda a descubrirlo y acceder a él. Es más, yo diría que la suerte está de nuestro lado, porque nuestros planteamientos (y por ello nuestro poder) está alineado con la verdadera realidad del mundo y de las personas, con su verdadera naturaleza y con sus verdaderas necesidades. ¡No lo olvidemos! ¡La vida está de nuestra parte…! Hagamos brillar esta verdad. ¡Un gran abrazo, amiga y feliz fin de semana!

  2. Muy buenos propósitos y necesarios, aunque creo que son difíciles de llevar a cabo todos sí algunas cosas se pueden mejorar, sobre todo ese consumo desaforado que no nos lleva a ninguna parte. Gracias por hacernos reflexionar.
    Un abrazo.

    1. Gracias a ti por recibirlo así preciosa, te mando un gran abrazo 🙂

  3. Me gusta mucho tu inspiración para conseguir cambios. Sobre todo a nivel personal cuidando nuestro cuerpo.

    Referente a la economía justo hoy leí en un libro “Una ciencia económica construida al margen de la naturaleza, que ignora el funcionamiento del mundo físico y la irreversibilidad de los procesos asociados a lo vivo, no puede conducir más que a un colapso, como el que ya se vislumbra al superar los límites del mundo material en el que se sustenta.”

    Ánimo con esos cambios. 😀

    1. ¡Gracias preciosa!
      Y no puedo estar más de acuerdo con las palabras que nos regalas, colapso inminente… ¡cambio obligado!
      Nos leemos por aquí, y a seguir con este camino de cambio 🙂

      Te mando un súper abrazo preciosa.

  4. […] y cotidianas son tan poderosas que no soy capaz de ver su impacto real. Por eso seguiré en mi camino de transición hacia una vida más sostenible y […]

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

WordPress.com.

A %d blogueros les gusta esto: