Creer y crear están separadas por sólo una letra, están a un paso de distancia, a un suspiro, a una acción.
No somos conscientes del poder que en nosotras reside, ni sospechamos lo que nuestros actos e ideas pueden llegar a realizar, no somos capaces de ver en qué se pueden convertir nuestra huella, el impacto global que tiene el actuar a nivel local.
Pero hace unos días estuve rodeada de 30 mujeres de tres países distintos, con las que compartimos inquietudes, pensamientos y posibles acciones, y volví a entender que es lo que pasa con el CREER.

El creer nos lleva a crear alineadas des del corazón, las entrañas, la piel y el alma. El creer nos conecta con la esencia, con el bien, con el poder personal y colectivo. Mientras que el pensar y la razón nos llevan a menudo a la quietud, a la lógica y al conjunto de ideas limitantes que nos autoimponemos. Así que me propongo creer más, des de la FE, desde la ESPERANZA, des del AMOR, para que mi creer se transforme en crear.
Creer nos abre las alas a crear, y crear siempre conlleva un conjunto de consecuencias invisibles o visibles que siguen al acto en sí. Es como el vuelo de la mariposa que se siente en el otro lado del planeta, es como la teoría de las seis personas que nos separan de cualquiera, es como la magia invisible que en nuestra sociedad nos resistimos a ver pero existe.
Y allí, envuelta de tanta experiencia, de tanto saber lo entendí. Lo que crees no siempre lo creas, pero ojalá así fuera. Ojalá dejáramos la quietud por la acción, el peso de la conformidad por el movimiento del aprender, la comodidad de lo conocido por el riesgo del amor.

Así que hoy estas líneas vienen con una invitación. Te invito a repensarte:
¿Qué es lo que crees que puedes crear? ¿Qué acciones que nacen del amor pueden hacer de éste un mundo mejor? ¿ Qué pasos puedes hacer hoy para que tu huella sea más limpia?
Yo lo tengo claro, creo en un mundo en el que nos relacionemos des del respecto y el amor con todo ser y por eso quiero crear relaciones que nazcan de este sentimiento.

Creo en que puedo tener un menor impacto en este mundo que estamos rompiendo y creo que mis acciones pueden tener más impacto del que me han hecho creer, creo que mis pequeñas acciones diarias y cotidianas son tan poderosas que no soy capaz de ver su impacto real. Por eso seguiré en mi camino de transición hacia una vida más sostenible y respetuosa.
Creo que debo confiar más en mí y en un cambio de valores inminente. Las antiguas ideas del capital se van quedando obsoletas ante un mundo cambiante y que necesita regenerarse. Empezar a repensar mi relación con el dinero, con el poder y con las comodidades mismas es algo que creo necesario para seguir creando des del amor.
Y tú, ¿compartes conmigo alguna de tus respuestas?
Ojalá creas tan fuerte que crees tu pensamiento, que crees tu amor.
Como siempre, gracias por leerme y estar.
Te abrazo,
Judit.
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